¿Cómo mantener un matrimonio saludable?
- S García
- 11 may 2024
- 2 Min. de lectura

Nadie llega al matrimonio igual que su cónyuge. Todos llegamos con diferencias y muy marcadas aunque muchas veces son imperceptibles. Cada quien tiene una historia de vida distinta, con rasgos emocionales diferentes, formas diversas de enfrentar los problemas y situaciones que se presentan, personalidades únicas y muy varias expectativas sobre lo que espera del matrimonio. La capacidad para entender y abordar esas naturales diferencias entre uno y otro en el matrimonio abonará a la estabilidad y madurez en la relación matrimonial. Es decir, en la "buena salud" de un matrimonio.
Como dice Gary Chapman el autor de Los 5 lenguajes del amor, "no hace falta que estemos de acuerdo en todo, sino que debemos encontrar una manera de ocuparnos de nuestras diferencias de modo que no causen divisiones. Con tanques de amor vacíos, las parejas tienden a discutir y distanciarse, y algunas hasta tienden a la violencia verbal y física en sus discusiones. Sin embargo, cuando el tanque de amor está lleno, creamos un ambiente de amistad, un ambiente que busca la comprensión, que está dispuesto a permitir las diferencias y a negociar los problemas. Estoy convencido de que ninguna esfera del matrimonio afecta tanto al resto del mismo como la necesidad de amor".
"La capacidad de amar -continúa Chapman- en especial cuando tu cónyuge no te ama, puede parecer imposible para algunos. Tal amor quizá requiera que nos apoyemos en nuestros recursos espirituales. Hace varios años cuando enfrenté mis propios conflictos matrimoniales, redescubrí mi necesidad de Dios. Como antropólogo, me prepararon para examinar los datos. Decidí excavar personalmente las raíces de la fe cristiana. Examinando los relatos históricos del nacimiento, de la vida, muerte y resurrección de Cristo, llegué a considerar su muerte como una expresión de amor y su resurrección como evidencia profunda de su poder. Me convertí en un verdadero creyente. Le entregué mi vida a Él y descubrí que Él provee la energía espiritual interna para amar, aún cuando el amor no es correspondido".
Y concluye, "Les animo a que hagan su propia investigación de Aquel, que mientras moría, oraba por quienes lo mataban: 'Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen'. Ésa es la expresión suprema del amor".
Un matrimonio saludable -que entiende y procesa las naturales diferencias entre uno y otro- está basado en el amor, en la decisión de amar al otro. Generalmente se piensa que hay que sentir amor para darlo. No es así. Debes decidir amar, es decir, realizar acciones en beneficio de tu cónyuge sin esperar que te retribuya o recompense por eso.
Las naturales diferencias entre los cónyuges enriquecen y hacen madurar la relación matrimonial cuando se procesan a través de la decisión de amar el uno al otro. Ese amor verdadero solo lo provee la presencia de Dios, aún y cuando alguno de los dos no se sienta correspondido.
(Fragmentos tomados del libro, "Los cinco lenguajes del amor. El secreto del amor que perdura", Gary Chapman; Editorial Unilit 2017)
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