¿Soluciones simples para problemas complejos?
- S García
- 16 jun 2022
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 8 jul 2022

No hay balas de plata en el matrimonio. ¿Se acuerda que en algunas tradiciones y leyendas que hemos leído o visto en películas, solo una ‘bala de plata’ podría matar a criaturas de fantasía como los hombres lobo? En esos mundos míticos la bala de plata es una especie de solución mágica para acabar con una amenaza o con un serio problema. Una solución simple para un problema complejo.
Pues bien, en la realidad del matrimonio no hay soluciones simples para resolver problemas de relaciones matrimoniales que, generalmente, tienen un alto grado de complejidad.
¡Imagínese, dos personas diferentes, con estructuras físicas, emocionales y mentales distintas y con historias de relaciones detrás que, generalmente, no tienen nada que ver la una con la otra!
Ningún libro, conferencia o curso sobre el matrimonio es una bala de plata para resolver de una vez por todas una situación matrimonial problemática. Si así fuera, estos materiales terminarían con la frase, “y vivieron felices para siempre”, como acaban los cuentos de fantasía. Pero no es así.
No te quiero desanimar. Estos materiales y conferencias, como los que encontrarás aquí, son instrumentos de navegación que te ayudarán a tomar mejores decisiones en tu relación matrimonial. Pero eres tú quien debe llevarlas a la práctica y quien debe tomar esas decisiones. Sin eso, los instrumentos de navegación no sirven para mucho.
La Biblia presenta al matrimonio como un compromiso. Y todo compromiso, para llevarlo a cabo, requiere decisión, en primera instancia, y un esfuerzo constante para vencer las inercias personales y las barreras que surgirán.
El libro de los Proverbios toma la metáfora de la construcción de una casa y lo dice de esta manera: “Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros” (24:3-4; NVI).
Como en toda construcción que se requiere poner los cimientos, construir los muros y embellecer las habitaciones, el matrimonio va a implicar costos personales, tiempo invertido, aprender a perdonar y a ser perdonado, y -sobretodo- aprender a ser dirigido por la sabiduría de Dios, el arquitecto que diseñó el matrimonio.
¿Te das cuenta? No hay soluciones simples. Pero Dios te ha dado en la Biblia el más completo instrumental de navegación para construir un matrimonio pleno, tal y como Él lo diseñó desde el principio. Lo iremos descubriendo en las próximas semanas.
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