Una premisa básica para su matrimonio

Un buen matrimonio tiene un principio básico: Que el esposo busque agradar a su esposa; y que la esposa busque agradar a su esposo. Parece un asunto de sentido común, pero no necesariamente es así en la vida diaria matrimonial.

El apóstol Pablo lo dijo de esta manera en su primera carta a los Corintios 7:33,34: “El casado tiene cuidado de… cómo agradar a su mujer. (…) La casada tiene cuidado de… cómo agradar a su marido”.

Aunque en este capítulo Pablo está respondiendo a preguntas de los creyentes de la iglesia de Corinto sobre confusiones que había entre ellos sobre el matrimonio en una cultura tolerante al pecado, el apóstol no deja de reconocer la importancia en el matrimonio de agradar y complacer al otro, con buena voluntad.

Algunos de los conflictos cotidianos en los matrimonios inician porque alguno de los dos, o los dos, piensan que el otro dijo o hizo algo con mala voluntad. Es cierto, que muchas de las veces decimos o hacemos algo que a mi esposa o esposo le parece mal. Que no le estoy mostrando amor o que estoy siendo irrespetuoso. O, simplemente, que no estoy entendiéndola. Eso ocurre con mucha frecuencia en el día a día de las parejas. El peligro está en no advertirlo y dejar que estas pequeñas ‘piedras’ se acumulen en la mente del otro, hasta convertirlas en una muralla para la relación. ¡Cuidado!

Por eso, un principio básico para construir una buena relación matrimonial es que se parta de la base de que su esposo o esposa tiene buena voluntad. Si usted piensa que lo que acaba de decir o hacer su esposa o esposo es para ofenderlo, le aseguro que siempre va a encontrar buenas razones para acumular ofensas. Y si eso ocurre, muy pronto ambos estarán en una vorágine imparable de conflictos.

Es probable que en algunas circunstancias usted haya sentido que su esposo o esposa dijo o hizo algo que no le agradó, pero eso no debe cambiar la realidad de su buena voluntad. Proverbios 14:9 (NBV) dice, “los necios se burlan de sus propios pecados, pero entre los justos se encuentra buena voluntad”.

Cuando usted parte de la base de la buena voluntad del otro, a pesar de las circunstancias, y responde en consecuencia, seguro que obtendrá recompensa. Recuerde que la mejor política en el matrimonio es dar por sentado que ‘mi pareja tiene buena voluntad hacia mí’. Así lo dice Proverbios 11:27 (NBV): “El que busca el bien, encontrará buena voluntad”

Parafraseando el pasaje bíblico: Busca siempre el bien en tu matrimonio, da por sentado que tu esposa o esposo tienen buena voluntad para contigo, y encontrarás buena voluntad.

Construya una relación matrimonial basado en la búsqueda incesante de una relación de confianza, a pesar de las circunstancias, los traspiés o los desacuerdos. Que nada impida su búsqueda de la buena voluntad en su cónyuge.